lunes, 19 de agosto de 2019

Obra inédita de Severiano Monge para restaurar el retablo de la Iglesia de Vadocondes

Este cuadro será rifado el último sábado de septiembre

Este cuadro será rifado el último sábado de septiembre

Pedro Félix García. Severiano Monge es un conocido y reputado pintor ribereño cuyo nombre salta ahora de nuevo a la actualidad por haber donado a la iglesia parroquial de Vadocondes -su localidad natal-, uno de sus cuadros para que sea rifado y ayudar así a costear la restauración del retablo mayor del templo y de los frescos de la bóveda del presbiterio, que se encuentran en muy mal estado.

El conocido y reputado pintor ribereño Severiano Monge (natural de Vadocondes) ha pintado 'en vivo' un cuadro que será rifado a finales del próximo mes de septiembre, coincidiendo con las fiestas de dicha localidad. Las papeletas para la rifa consisten en tiras selladas, de diez números cada tira y cada tira cuesta un euro. Es decir, por tan sólo un euro, el afortunado ganador conseguirá un cuadro de Severiano Monge, pintado expresamente para esta ocasión. Lógicamente, cuantas más tiras adquiramos, mayor será la probabilidad de aspirar a tan singular premio. Son un total de diez mil números los que entran en juego y, desde el 0000 hasta el 9999, cualquiera puede ser el ganador, que será el número compuesto de los cuatro dígitos que coincidan con las cuatro últimas cifras del primer premio de la Lotería Nacional que se celebrará el sábado 28 de septiembre de 2019.

El dinero que se obtenga (que no es mucho, pero sí ayudará mucho) se sumará al que viene recaudándose por otros medios para la restauración del retablo del altar mayor de la iglesia parroquial de Vadocondes y de los frescos pintados en la plementería de la bóveda del presbiterio, todo lo cual está datado en el siglo XVIII.

Es mucho lo que queda por restaurar y el es coste enorme. El presupuesto de los trabajos a llevar a cabo en el retablo mayor por un equipo de técnicos especialistas en tratamiento de madera y licenciados en Restauración y Conservación de obras de arte, asciende a 34.702,80 euros con IVA.

Afortunadamente ya se han restaurado tres tallas -la central de la Virgen y las de san José y san Antonio-, a razón de 2.662 euros cada una, cuyos importes han sido costeados por familias particulares. Falta todavía el saneamiento de todo el retablo en sí y de la talla de Fernando III el santo situada en el ático. Hay que sumar otros 18.876 euros (con IVA) necesarios para restaurar los frescos del siglo XVIII pintados en la plementería de la bóveda que hay sobre el presbiterio y en la parte alta de las paredes laterales, frescos cuya restauración es muy urgente si se quieren conservar para la posteridad. Es decir, la factura de restaurar sólo los frescos se pone en 18.876 euros incluyendo el IVA dichoso. Hay una familia que se ha comprometido a sufragar la mitad del importe de la restauración de esos frescos con el propósito de tratar de salvarlos todavía a tiempo. Si a la vez que los frescos se restaurase el retablo, el coste en conjunto se abarataría porque para ambos trabajos se aprovecharía el mismo andamiaje.

Hay ahora mismo en marcha una campaña de 'crowdfunding' por Internet dedicada a ir recaudando poco a poco fondos. La evolución de lo que se ha recaudado hasta este momento puede seguirse haciendo click en en el enlace.

En el caso de la rifa del cuadro de Severiano Monge, a euro por tira, los mil euros que se obtengan serán un granito más de arena para tratar de que pueda llegar a buen puerto el loable e ingente proyecto que se pretende realizar.

El cuadro no es uno cualquiera de los muchos que ha pintado Severiano Monge a lo largo de su dilatada vida artística; éste cuenta con el mérito de que no existía antes del pasado viernes, día 9 de agosto y que, para pintarlo, en medio de sus vacaciones, Severiano Monge se desplazó expresamente hasta Vadocondes, haciéndole surgir desde el interior del propio templo al que pretendemos ayudar.

Severiano Monge había pintado antes muchas veces la iglesia de Vadocondes por fuera desde distintos ángulos. Nos confiesa que deseaba pintar también algo desde dentro. Le abrimos la puerta del templo y lo recorrió escudriñando atentamente -pero con paso apresurado- cada rincón, hasta que, por fin, encontró el lugar que más le inspiraba, donde plantó su caballete; eso sí, no sin antes colocar con cuidado una alfombra bocabajo para no dejar manchas de pintura sobre las antiguas losas funerarias que conforman al suelo.

Escogió como motivo principal el retablo del altar mayor, pero visto desde un muy particular ángulo lateral, de modo que la iluminación le obligaba a superar un reto bastante difícil: el de conseguir que resaltase el retablo iluminado por la fuerte luz artificial de los focos, contrastando con un primer plano más oscuro, casi en penumbra, que recibía solo la claridad procedente de una ventana situada a bastante altura en la pared de la nave derecha del templo.

Al final lo logró, pero doy fe de que tras no pocos esfuerzos. Severiano Monge (Seve para todos sus muchos amigos) es un pintor hiperactivo y sumamente impulsivo, de modo que a lo largo del proceso (que duró toda una mañana y toda una tarde) vi cómo aparecían y desaparecían muchas veces las imágenes trazadas al óleo unas veces y con productos acrílicos otras, y con ambas técnicas a la vez en otras ocasiones. Pero Seve consiguió lo que buscaba, como bien lo demuestran algunas de las fotos que aquí ofrecemos acompañando a estas líneas.

Nadie pretenda buscar en el cuadro de Severiano Monge pormenores de la corona de la Virgen, o qué tipo de flor tiene san José en su mano derecha, o si estaban encendidas o no las velas de la lámpara votiva que cuelga del techo, o el detalle de que le falta el brazo derecho a la talla de la imagen gótica de la 'Virgen Manca' hallada providencialmente durante unas obras el 6 de junio de 1997.

Es un cuadro; no es una foto. Es una pintura que hay que disfrutar mirándola desde cierta distancia. Aquí, dentro del estilo que le caracteriza, Severiano Monge nos ofrece valiéndose de sus pinceles, reflejándolo con maestría sobre un lienzo, un mundo de luces y colores que sólo él sabe ver y que los profanos no vemos por mucho que miremos, a menos que contemplemos ya ese conjunto de tonalidades tan maravillosamente dispuestas en la obra acabada por el artista.

Animaos si queréis probar suerte; tendréis una ilusionante oportunidad de que este cuadro os pertenezca, a la vez que contribuís a una buena obra.

Todo el que esté interesado en aspirar a conseguir este cuadro pintado por Severiano Monge, puede adquirir las tiras para el sorteo -al módico precio de un euro por cada tira de diez números- solicitándoselas a las personas que diariamente y de modo altruista y voluntario enseñamos la iglesia de Vadocondes a todo el que se acerque a visitarla y quiera enterarse de los muchos y muy interesantes pormenores que guarda la misma. Y quien ya la conozca y no quiera acercarse de nuevo a la Iglesia de Vadocondes -que está en el centro del pueblo y de inconfundible emplazamiento gracias a la esbelta torre de su campanario- puede también adquirir tiras para esta rifa de tan noble propósito en la Farmacia de Vadocondes, que está situada y claramente señalizada, a la entrada de la localidad, muy cerca del frontón, construcción también inequívoca de localizar.

Como ya hemos dicho, ganará este cuadro quien posea la tira sellada cuyos cuatro números coincidan con las cuatro últimas cifras del sorteo de la Lotería Nacional que se celebrará el sábado 28 de septiembre de este año 2019. De este modo, quien posea la papeleta ganadora, se enterará seguro de que ha sido el agraciado aunque no esté en ese momento en Vadocondes, ni en la Ribera, ni en la provincia de Burgos, ni en España incluso. Eso sí, si al cabo de un año no ha venido a recoger su premio, entonces el verano próximo volvería a ser rifado este cuadro siguiendo el mismo procedimiento. Así que, garantías todas; y tiempo más que suficiente.

Muchas gracias Seve.
Severiano Monge mostrándonos su cuadro recién acabado

Severiano Monge mostrándonos su cuadro recién acabado

ArandaHoy.com

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